Nuestra Señora de la Soledad realiza su estación de penitencia el Sábado Santo ruteño. Paso portado por 10 hermanos de varal en un trono de metal, que este año sustituye la peana de la Virgen, de madera, por una nueva de orfebrería realizada en Bronces Angulo, de Lucena, además de la media luna regalo de un devoto. Esta cofradía fue fundada en 1937. La salida se realiza desde la ermita de La Soledad situada junto al cementerio parroquial de San Cristóbal. Dentro del recorrido procesional ha destaca la salida de su santuario, la callejuela de la Salera, bajada de la carrera oficial por calle Juan Carlos I o la subida de la calle del Cerro con la luz del atardecer. Ha estado acompañada por las marchas de la Asociación Musical Maestro Quintana, de Cuevas de San Marcos.
La procesión oficial del Santo Entierro cierra la tarde noche del Viernes Santo de Rute. Acompañada por autoridades municipales, clero y una amplia representación de cofradías y hermandades de pasión y gloria, recorre las calles que comprenden los templos de la parroquia de Santa Catalina Mártir y la ermita de San Pedro. El Cristo Yacente y la Virgen de los Dolores van acompañados de un trío de música de capilla Mater Salvatori y de la Banda Municipal de Música.
Desde las 8 de la mañana Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores protagonizan el Viernes Santo. El Señor de Rute, procesiona luciendo la 'túnica del pueblo', conocida así por ser regalo por suscripción popular, junto a las potencias que le regalara la asociación de costaleros y una corona de espinas natural. Ya desde primera hora, las saetas impregnan este día grande de la Semana Santa, este año a cargo de María José Flores Corzo. Las bandas ruteñas Agrupación Musical Santo Ángel Custodio y Banda Municipal de Música acompañan estas sagradas imágenes que en la subida de la calle del Cerro con la marcha La Madrugá, la visita al cementerio parroquial de San Cristóbal o la subida de la calle Granada hacia su templo de Santa Catalina Mártir tiene momentos multitudinarios cargados de devoción.
El Jueves Santo ruteño comienza a las 7 de la tarde con la estación de penitencia de la cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad, popularmente El Abuelito y la Soledad de Nuestra Señora. En una primera parte de su itinerario, las sagradas imágenes recorren las calles de su barrio, recibiendo la devoción de sus vecinos de las calles Lucena, Cabra o Herrero. Jueves Santo también es sinónimo de saetas, que desde hace años interpreta el pontanés Julián Estrada.
El acompañamiento musical lo protagonizan dos instituciones ruteñas como son la Agrupación Musical Santo Ángel Custodio y la Banda Municipal de Música. Con un característico brío, los hombres de trono del Abuelito suben el tramo de más pendiente de la calle del Cerro, arropados por los aplausos de devotos y público que se concentra en este punto del recorrido. Emocionante también es la parte final donde las saetas y las marchas se intercalan mientras ambos pasos son mecidos frente a frente en la calle Andalucía. Día grande para la hermandad y para cargos de honor como los hermanos mayores de este año, Juan José y María Dolores Pérez Alba, el exaltador, Manuel García Iturriaga o incluso el alcalde de Rute, David Ruiz, uno de los 54 hombres de trono del paso de la Soledad de Nuestra Señora.
Largo itinerario penitencial para la Seráfica Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima del Mayor Dolor, que este año ha adelantado en medio hora la salida desde la parroquia de San Francisco de Asís. El Señor del barrio alto ruteño procesiona en una primera parte por las calles de su feligresía para luego iniciar la bajada al centro de la villa donde junto a la Virgen del Mayor Dolor protagonizará uno de los momentos emocionantes de la noche y madrugada del Miércoles Santo, cuando ambos pasos al unísono bajan la céntrica calle Juan Carlos I. Precisamente en esta calle hizo acto de presencia una fina lluvia que obligó a la hermandad a buscar cobijo en la ermita de San Pedro, desde donde finalmente emprendieron la vuelta a su templo de San Francisco de Asís en un esfuerzo encomiable realizado por los hombre de trono.
El acompañamiento musical ha estado a cargo de la banda de cornetas y tambores de María Santísima del Amor y Paz, de Montoro, para el paso de Cristo y la Banda Municipal de Música de Rute para el paso de palio. Justo al final del recorrido, ante la puerta principal de entrada de La Misericordia, de la parroquia de San Francisco de Asís, Jesús de la Rosa dio su bendición al pueblo de Rute del que recibe amplia devoción.
La noche del Martes Santo ruteño se llena del sonido sordo de los tambores enlutados que acompañan al Santísimo Cristo de la Misericordia, junto este año al grupo Vocal Lyrica. Una sección de 40 tambores que marca en largo itinerario de esta procesión que inicia su recorrido procesional desde la puerta de la Misericordia de la parroquia de San Francisco de Asís en una estación de penitencia con todo el alumbrado público apagado y que ante las inclemencias del tiempo ha tenido un itinerario acortado por su feligresía.
Se trata de la cofradía más joven de las que procesionan la Semana Santa de Rute, fue fundada en 1981, y en estos 44 años de existencia han tenido una importante evolución que ha hecho consolidar el Martes Santo. Desde 2018, el Cristo de la Misericordia dejó de ser portado directamente por sus hermanos cofrades a salir en trono de 24 costaleros. Entre los momentos más emotivos cabe destacar el recogimiento guardado a la llegada y parada a las puertas de la ermita de San Pedro, donde es recibido con el toque de campana de agonía.
Ante un itinerario muy largo que une los dos barrios ruteños, la junta de gobierno optó por un recorrido procesional más corto, que les traslado desde la ermita de la Virgen de la Sangre hasta la parroquia de Santa Catalina Mártir por las calles Barroso, Priego, Echegaray, Pilar, Constitución, Granada y a su templo por la calle de la Virgen de la Sangre. Con el acompañamiento musical de la banda de cornetas y tambores Humildad y Soledad de La Rambla-Santaella y la Banda de Música El Carmen, de Dúrcal.
Rute ha vivido un espléndido comienzo de su Semana Santa, con la procesión de La Borriquita. Cofradía de Nuestro Señor en su Entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima de la Estrella que ha estrenado este año una imagen de una mujer hebrea que se suma al conjunto escultórico que preside Jesús en la borriquita y un niño hebreo incorporado el año pasado. Paso de misterio que se engrandece con esta nueva talla de la mujer hebrea realizada en madera de cedro y de 1,75 metros de altura, realizada por el imaginero malagueño David Anaya Fernández. Procesión de las palmas que ha partido desde la parroquia de Santa catalina Mártir con numerosos niños vestidos de hebreos y que ha contado con el acompañamiento musical de la Banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora de las Angustias, de Porcuna (Jaén).
Por la tarde el Domingo de Ramos en Rute continua con la cofradía de Jesús Amarrado a la Columna y María Santísima de la Sangre que tiene su salida desde la ermita de la Vera-Cruz y que ante el pronóstico desfavorable del tiempo, ha decidido acortar el itinerario procesional.