El mal tiempo no puede con las ganas de carnaval de los ruteños. Ya
lo demostraron en la noche y madrugada del pasado miércoles con el
entierro de de la sardina, y lo confirman los miles de participantes
de este fin de semana en los multitudinarios pasacalles. A pesar de
la fina lluvia, que no dejó de caer, el pasacalles temático del
sábado, dedicado al amor y San Valentín, llenó las calles del
recorrido de corazones, cupidos, enamorados, medias naranjas y hasta
algún que otro espermatozoide. La charanga local y una batucada
animaron este recorrido que se inicia justo al mediodía, cuando las
máscaras y disfraces se concentran en la plaza del Llano, donde
incluso muchos de los grupos participantes organizan el almuerzo. Le
sigue el pasacalles que termina en el paseo del Fresno, donde una
actuación musical prolonga la fiesta toda la noche.
Le sigue el Domingo de Piñata con otro pasacalles durante la tarde,
que vuelve a llenar las calles de Rute. Al que le sigue el concurso
de disfraces que pune el punto y final a esta fiesta. Son nueve días
en los que la localidad vibra con esta fiesta en la que se vuelcan
pequeños y mayores, donde se suma el programa que prepara con la
concejalía de Festejos, con el que llevan a cabo colectivos y
colegios. Una fiesta abierta a todos, que cada año recibe más
visitantes. El responsable de Festejos, Antonio Granados, cifraba en
5.000 personas, las que el año pasado visitaron Rute durante estas
fiestas.
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